En este momento estás viendo ¿Es realmente toda la culpa de nuestros padres?

¿Es realmente toda la culpa de nuestros padres?

Bienvenidos y bienvenidas a mis Cartas Dominicales: El secreto de la Antigua MaderaEn estas cartas te compartiré parte de las reflexiones que me llevaron a descubrir mi verdadero SER y que quizá te resuenen a vos también.

*

«La culpa a los padres puede ser un obstáculo para el crecimiento y la felicidad. Es importante perdonar a nuestros padres para poder vivir nuestras propias vidas plenamente.»

¿Es realmente toda la culpa de nuestros padres? La otra cara de la moneda.

Hola!!!!! Como estas? Yo me siento genial! Poco a poco estoy acomodando en mi nuevo perfil y mi diseñando mi próximo emprendimiento, el cual me esta llevando a pasear por el túnel del tiempo.

En esta carta quiero hablar de una de las frases trendy en las redes sociales.

¨La culpa es de los padres¨

Hoy veo muchas cuentas donde hablan de sanar la relación con nuestros padres, tomarlos, aceptarlos, etc. Eso es muy sabio porque aceptando y agradeciendo es real que podemos seguir adelante, peeeeerooooooo, antes de llegar a ese punto, primero debemos revisar esos eventos de la vida donde los culpamos del 100% de nuestro pesar.

Claramente hay una parte que sí son responsables pero en muchos casos hay una parte que no.

Quiza registras algún evento de tu vida donde alguno de tus padres te dijo algo que te dolió y te marco de por vida.

Yo te pregunto: -Pensaste en que contexto te lo dijeron? Conoces su historia?-

Quiza detrás de ese mensaje hay uno de amor que no pudiste decodificar.

Cuando hablamos expresamos solo una parte.

Una cosa es la voz que sale de nuestra boca y otra cosa es lo que pensamos y sentimos en realidad.

*

Te voy a contar una anécdota.

Era 1992 y yo estaba cursando el 3er año de facultad. En los años anteriores había logrado rendir los finales todos en diciembre.

Resulto que ese año, mi hermana cursaba primer año de psicología. No va que en diciembre dice:

-Pa, voy a dejar una materia para febrero-.

-Queeeeeeeé? Te llevas la materia?-

-No, la dejo para febrero porque no llego, es mucho contenido-.

Ya no recuerdo bien cual fue el comentario de mi padre pero sí sé que en ese momento, si yo tenia intenciones de dejar cálculos de hormigón para febrero mas me valía pensarlo dos veces.

De hecho, como mi intención era hacerlo, ME HABILITE subiéndome a la decisión de mi hermana y me anime a decir lo mismo.

-Pa, no llego a dar en diciembre, es mucho contenido, no entiendo del todo y prefiero febrero-.

Bahhhhh te subis al mismo tren de tu hermana!!!!-

Y lo mismo, no recuerdo bien sus palabras de ese momento, solo recuerdo que mi cerebro dijo. –Chan, o estudias o estudias porque sino ya no vas a ser la hija perfecta.

Con perdón de mis hermanos pero eso, mas allá de que se que no era asi, era lo que yo sentía en ese entonces.

Debía permanecer en el pedestal de la hermana mayor ejemplo. La buena alumna, la que no se llevaba nada.

-Fijate-, me decía mi papa, –Esforzate, sacrifica horas de sueño, da lo máximo de vos. Si te va mal por lo menos lo intentaste-.

Obviamente, la Mariana obediente hizo caso y salió con un hermoso 2 en la frente.

Contrario a lo que pensaba, del lado de papa vino un reto.

-Coooooomo, un 2! Seguro no estudiaste suficiente-.

Me enoje. Me sentí avergonzada, no había confiado en mi, no había tenido el valor para decir NO. Y otras tantas cosas. Nuevamente no había reconocido mis límites.

Eso me valió dos años de bochazos, miedo a reprobar, veía la cara de los docentes y eso despertaba en mi una gran desvalorización, bloqueo mental. Todo lo que había estudiado se desvanecía completamente.

Al final, casi al límite de recursar, logre destrabar.

Quedó en mí como una anécdota diría que hasta resentida.

Mi cabeza decía: -Mi papa me obligó. Y encima me retó por haberme ido mal-.
Eso es lo que YO ME DECIA durante muchos años.

Hoy habiendo revisado esa conversación, miro su pasado, sus valores, sus carencias y reescribo la charla agregando algunos condimentos.

-Marianita te sugiero que lo intentes, te quiero demasiado y tengo miedo de que no hayas aprendido todos los valores que yo te inculque. Sí, es cierto, no confío en vos pero menos en mí porque si confiara en lo que yo te inculque posiblemente ni me cuestionara esto. Además, me cuesta comprender que ya podes pensar por vos misma. Me cuesta soltar y ver que ya sos una persona independiente que quizá piense diferente a mi-

Y por supuesto, si aún asi, con eso hubiera decidido seguir adelante y rendir la materia en febrero, me hubiera gustado que ante el bochazo me diera un abrazo y me dijera:

Por lo menos lo intentaste. Siento mucho haberte exigido, siento haber desconfiado de vos pensando que si rendías en febrero era porque te estabas tomando la carrera a la ligera, siento vergüenza por haber desconfiado de mí, creyendo que no te inculque los valores y además por sentir que quiero que seas chiquita siempre-.

Y asi, comprendí que en parte yo también tuve responsabilidad en todo esto. Si podía o no cambiar mi realidad en ese momento…. Y….. no creo. No tenia alas pero por esta razón hoy no lo hago cargo de mi distorsión, solo comprendo que me amaba demasiado y no quería que ¨me vaya de su lado¨.

Si algo de esto te resuena te propongo un ejercicio. Escribí qué es lo que te dijeron en ese momento y qué es lo que REALMENTE quisieron decirte. Pensalo.
Me hace muy feliz que estés aquí! Me encantaría escuchar tus pensamientos. ( leo cada uno de los mails de mis lectores y lectoras y hago lo posible por responderlos a todos)

¡Te espero el próximo domingo!

¡Vos podes reescribir tu vida!

Con cariño

¿Conoces a alguna amiga o amigo que ame la tranquilidad, la profundidad y el espacio de reflexión? Si es así, ¡Reenviale esta carta! ¡Está destinado a ella o a él!!Si te reenviaron este email y querés recibir más como este, suscribite a mi Newsletter AQUÍ. 

Deja una respuesta